Toda maratón inicia con el primer paso, todos
los grandes cambios empiezan con una idea y una acción para llevarla a cabo. Mi
retorno a escribir comienza con este post, luego de varios meses y luego de más
de un año después de haber perdido la batalla contra la vida adulta y la poca
organización personal de tiempo. Me niego a agachar mi humillada cerviz por
convicción y también porque me he establecido públicamente metas de aquí hasta
febrero del siguiente año. Me puse la soga al cuello; en palabras de mi madre “lo
haces porque lo haces”.
Otra vez... |
Han
pasado muchas cosas desde la última vez que escribí. Hubo muchos cambios personales
y otros tantos acontecimientos. Material no me va a faltar. De todas estas, empezaré
por la que motiva mi regreso silencioso al mundo de los escribidores de blogs.
En
agosto inicié una segunda certificación de formación en Coaching. Si bien mi
corazón de coach sigue bombeando sangre de la EPG-USIL (Escuela de Postgrado de
la Universidad San Ignacio de Loyola) por ser mi cuna en esta profesión,
llegaron a mí noticias sobre un nuevo programa de certificación, el cual decidí
tomar sin tener claro cómo iba a afrontar las responsabilidades que ello
involucraba. Uno de los tantos componentes de este programa requiere que los
participantes se fijen metas con miras a febrero, como fecha máxima. ¿Qué metas
me propuse? Las alternativas ganadoras fueron las siguientes:
1) Publicar semanalmente, todos los
domingos por la noche, una entrada de mi blog o un artículo sobre Coaching,
indistintamente: así es, me acordé de que tenía un hijo,
de que lo engañé vilmente diciendo que le iba a hacer caso semanalmente, sólo
para que pase al olvido. Vi lo de las metas como una buena oportunidad de voluntariamente
ponerme presión (más de la que yo mismo me pongo sobre mis hombros a través de
mis retorcidos estándares mínimos). La primera meta consistirá en hacer lo de
hoy durante 22 semanas de forma sostenida.
2) Terminar mi trabajo final del
Programa de Coaching y Liderazgo de la USIL: ¿alguna vez has
dejado algo para el último por considerarlo tan sencillo, que nunca siquiera lo
empiezas? Sí, volvieron mis tiempos de universidad, donde tienes, por ejemplo,
3 meses para hacer un trabajo y terminas haciendo todo la noche anterior, recriminándote
por no haber empezado antes, sometiendo tu cuerpo a niveles de stress y
adrenalina extremos pero sintiendo ese rush
adictivo de que podrás terminarlo. Efectivamente, lo terminas y llegas
desgreñado a la universidad a entregar las 100 hojas de tu trabajo para luego
intentar recordar tu nombre o dónde vives, gracias a la ausencia de descanso. Todo
esto, al módico precio de una amanecida, ojeras, disfunciones mentales
temporales y envejecimiento. También en mi caso, llevo aplazando este trabajo
al menos un año. Quiero terminarlo antes de que Perú vaya al Mundial de Plutón.
3) Adelgazar 5 kilos, alcanzando un peso
de 74 Kg. (y tener un estado físico similar al de Derek Vinyard en Historia
Americana X): esta de lejos es la más vanidosa, pero
deseo creer que es por salud. Nunca he tenido un cuerpo atlético, pero tampoco
he sido “esponjoso”. Usaré esto de las metas para estar en mejor estado físico;
me haré más seguidor y disciplinado de los programas funcionales (Insanity con su dig deeper), haré mis planks
al despertar y recortaré mis raciones de chifa. Nada pierdo intentando. Mi
entorno, conformado por mis amigos y sus cuerpos señoriales, me dice que no es
tan importante estar fit, pero algo
en mí se niega a ser parte de la creciente obesidad mundial. Está de más decir
que no me tomaré ni colgaré fotos haciendo la finta de que hago ejercicio o una
foto de mi abdomen, pecho o espalda. Citando algo que vi en Facebook: Gokú
entrenó duramente para salvar el mundo y nunca publicó cojudeces como “aquí en
el gimnasio”, “listo para darle…”, “empezando la semana con todo”. Y no, no es
que la ropa te haga ver gordo…
¿Para
qué cuento todo esto? Pues para tener un gran recordatorio; para tener el apoyo
de los crédulos y las burlas de los incrédulos. Como buen alumno estudioso que
nunca fui, ya tengo anotadas mis estrategias y horarios. Sólo queda hacerlo,
sólo queda dar ese primer paso con miras al futuro. Escribo para decirme que
volveré a escribir, para decirle a mi legión de seguidores de este blog (a mis
4 gatos) que todos los domingos habrá una entrada nueva. Si les gusta, habrán
empezado la semana leyendo algo distinto a asaltos, robos y farándula; y si no
les gusta, recomienden estas entradas a sus enemigos para que pierdan el tiempo
como ustedes.
¿Cómo
lograré todo esto? Tampoco tengo idea… Sólo sé que lo intentaré y me adentraré
al reino del futuro, al reino de lo ignoto. Lo más imporante es que disfrutaré del camino, algo que me ha sido esquivo durante mucho tiempo.
¿Te animas a ir por tus propias metas?
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Taxonomía
de mis amigos de Facebook (I)
Buena Alonso, yo me comprometo a ser una gata fiel a leer tu blog. Me gusto mucho tu estilo liviado! Mucho cariño para ti!
ReplyDeleteSu, muchas gracias. Feliz de que seas la quinta gata. Un fuerte abrazo :)
DeleteYo contaré los cocos de tus abdominales, como señal que avanzas tu trabajo de USIL...pa'lante, pa?lante...Abrazo!
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