Tuesday, May 19, 2015

Mundo nerd


  • G: “Oye, ¿has visto el trailer del Mortal Kombat X?
  • A: “Sí, lo he visto pero me parece un rehash del Mortal Kombat IX
  • G: “Pero tiene los fatalities en HD.
  • A: “¿Y? Same old shit con mejores gráficos, nada nuevo…
  • G: “Pero ahora los peleadores tienen tres estilos de pelea…
  • A: “So…?   
  • G: “¿Cómo se llama el hechicero que bota calaveras?
  • A: “Quan Chi


¿De qué estamos hablando? De un tema incomprendidamente interesante para nosotros, de esas cosas que jamás te harán el niño “cul” en el colegio, de eso que genera que te llamen “vicioso”, “enfermo”, “lorna” y que lamentablemente no genera ni la admiración ni interés de las niñas del colegio, ni de las mujeres que conoces en tu adultez: videojuegos.


Mortal Kombat II


Llamaré a mi colega nerd de esta entrada, Greison, sólo con la mera intención de joderlo por tan infame nombre que le puso a una de sus mascotas. Para hacer la vida mejor de este minino, yo lo llamo cariñosamente Juan o Pedro. Cualquier nombre mejor que Greison…  


Greison y yo andábamos conversando de cosas más adultas, posibles proyectos y temas a realizar juntando nuestros estudios. Al cabo de unas horas, inevitablemente el gen nerd afloró y pasamos a conversar de videojuegos, series y cualquier cojudez que uno encuentra en el Internet durante sus largos ratos de aburrimiento o procrastinación. Continuando con la conversación llegamos a Mortal Kombat X, la décima entrega de un juego de nuestra infancia, donde el mando del Super Nintendo te daba el poder de arrancar cabezas con un uppercut, partir en la mitad a otro ser humano luego de transformarte en dragón o electrocutarlo hasta que explote… (“Fatality…”). Buenos tiempos…

  • G: “¿Cómo se llama el hechicero que bota calaveras?
  • A: “Quan Chi
  • G: “Ahora tiene un estilo de pelea donde usa magia, tiene otro donde usa teleports y otro donde es un summoner, como el necro de Diablo II.
  • A: Pero eso tampoco es nuevo, ya habían estilos de pelea en Deadly Alliance.
  • G: Es chévere, tira un teleport y los usa para golpear a los otros entrando y saliendo…"



Y finalizó diciéndose esto al mismo tiempo que se agarraba la cabeza en señal de sorpresa:
  • G: Ala mierda, ¡qué nerd!”.

Efectivamente, somos un par de nerds cuasi treintañeros que siguen disfrutando de los videojuegos y a mucho orgullo. Hace un tiempo hablábamos en broma sobre cómo sería encontrar a una chica bonita, inteligente, amorosa y que le gusten los videojuegos (y que los juegue bien, por supuesto)… El paquete nerd completo. ¿Existirá ahí afuera?



Si bien mis jornadas nintensivas se han reducido a unas cuantas horas semanales (a diferencia de mis tiempos infantiles donde me pasaba al menos 4 horas diarias metido en esa realidad alterna), sigo teniéndolo como un pasatiempo que nunca se vuelve viejo. No me apasionan ni son mi prioridad pero me divierten, me relajan y me hacen volver a jugar, algo prácticamente extinto en los adultos.


Una vez, durante un taller al que asistí, nos pidieron que definamos lo que significaba la palabra nerd. No me tomó mucho tiempo describirlo. A diferencia del 90% de participantes, quienes lo describieron como un mongolito con lentes, tímido, inseguro, solitario, aislado, que no se relaciona, etc. etc., yo describí al nerd como una persona intelectual que le apasionaba un tema en particular. Defendiendo a los míos sin darme cuenta, tal vez.


Todos (y digo todos) tenemos algo de nerd, como cualquier estereotipo que haya ahí afuera. Desde el macho alfa al que le obsesiona hablar de fútbol y sabe más que Herr Pep o Ancelotti; pasando por el que sabe los versículos de la Biblia y memoriza los sermones de los domingos, y terminando por el que sabe de películas o los premios Oscar, todos tenemos algo de nerds. Incluso tú (y sabrás que hablo de ti cuando leas esto), con quien pasé casi una hora clasificando e intercambiando moneditas de un Sol para que completes tu colección de la Serie Numismática “Riqueza y Orgullo del Perú”.


Te la guardo cuando llegue otra a mis manos...


En palabras de Greison, (“I have learned to embrace my nerdiness”) también me veo siendo un nerd, ya sea por los videojuegos, por lo complicado que hablo a veces o por el simple gusto de aprender algo nuevo.


Para terminar, les dejo este video de la Convención EVO 2004. Si no entienden por qué hay tanta gente celebrando y aplaudiendo, es normal. Un premio para aquella persona “normal” que comprenda tanta emoción. En algún lugar loco y disparatado, estas personas son como los Messi o Ronaldo de los videojuegos.








No comments:

Post a Comment